Entraré en tu cámara secreta,
en lo profundo de tu corazón,
como el murmullo de muchas aguas,
así seré consolada ante Ti.
Cerraremos la puerta a la duda,
y bajo tu manto cubrirás mi corazón,
me ungirás con tu aceite,
curarás mis heridas…
y en tu regazo descansaré confiada.
Óleo de risa prepara en tus manos,
y gozo me acompañe eternamente,
en tus santuarios planté mi tienda,
y dejé mis cuitas en el umbral,
afuera el frío lastima el alma,
he de quedarme por siempre en tu casa,
pues fuera de Ti, no halló morada.